martes, 19 de agosto de 2014

Rodeado de cigüeñas negras

Creo que esta fotografía refleja bien la experiencia que pude disfrutar ayer al estar dentro del Hide y tener la sensación de estar completamente rodeado de cigüeñas negras.
 
Ayer dediqué un jornada de observación y fotografía a la cigüeña negra, para ello elegí una charca del término municipal de Trujillo donde llevo observando cada verano grandes concentraciones post-nupciales de cigüeña negra desde el año 1997.
Estas concentraciones se producen en verano, generalmente en Agosto y Septiembre. Una vez terminada la cría, las cigüeñas negras abandonan sus zonas de reproducción y se congregan en zonas tranquilas y con abundante alimento en grupos de tamaño variable antes de la migración, estas agrupaciones pueden ser a menudo de unos pocos ejemplares, pero suele ser más frecuente encontrarlas en números que rondan la decena de ejemplares, aunque en algunos lugares se producen grandes concentraciones  de varios decenas que excepcionalmente superan el centenar.
En estas agrupaciones se pueden observar individuos de todas las edades, desde adultos en edad reproductora, inmaduros de diferentes edades y jóvenes del año, hacia Septiembre se observa que la proporción de adultos se reduce, quizás debido a que los jóvenes del año tienen tendencia a iniciar su viaje hacia las zonas de invernada más tarde que los adultos.
En cuanto a la procedencia de las cigüeñas que forman estas concentraciones se puede decir que están integradas por aves locales a las que se suman otras de origen más lejano a medida que avanza la migración, ya que hay que tener en cuenta que un buen número de efectivos europeos atraviesa la Península Ibérica durante su migración, por ello, siempre que se tenga oportunidad y sin molestar a las aves, se debe intentar localizar aves anilladas con códigos alfanuméricos, leer el código  de la anilla y comunicarlo para contribuir al conocimiento de estas espectaculares concentraciones y de la migración de la cigüeña negra.
Durante los meses de verano, las cigüeñas negras tienen una rutina diaria muy marcada siempre que no sean molestadas, al amanecer se dirigen a lugares de alimentación ricos en anfibios y peces, a menudo suelen utilizar los charcones que han quedado aislados en los ríos de carácter estacional donde capturan a sus presas con mayor facilidad, es frecuente verlas en pequeños grupos recorriendo el charco de un lado a otro mientras introducen el pico en el agua. Hacia media mañana, levantan el vuelo y se dirigen hacia la orilla de charcas o embalses con suficiente tranquilidad donde pasarán gran parte del día reposando, acicalándose las plumas o incluso bañándose y antes del atardecer volverán a partir hacia sus zonas de alimentación donde podrán permanecer hasta que casi no haya luz.
Hace unos días me acerqué a observar uno de esos lugares habituales de concentración post-nupcial y localice un grupo de 43 cigüeñas negras, en días posteriores volví a observarlas y comprobé que se encontraban muy aquerenciadas a ese lugar, por lo que decidí instalar un hide en las cercanías para poder buscar aves anilladas y conocer la proporción de edades en ese grupo, para esto es necesario utilizar el hide ya que de otra forma hubiera sido totalmente imposible al tratarse de aves extremadamente esquivas.
Instalé el Hide al amanecer convenientemente camuflado entre rocas cercanas a la orilla y me acomodé como pude dispuesto a pasar todo el día en su interior para no molestarlas, pasaron 3 horas en las que me entretuve fotografiando limícolas y entorno a las 10 de la mañana llegó la primera cigüeña negra, que resultó ser un joven del año.
 
Minutos después pude percibir que el resto del grupo estaba llegando, ya que la joven cigüeña negra no parada de girar la cabeza mirando hacia arriba, hasta que de pronto un ejemplar de 2º año se posó a su lado e inmediatamente después empezaron a aterrizar cigüeñas negras por todas partes, viéndome rodeado en cuestión de minutos, la mayoría eran jóvenes del año, también había un buen número de inmaduros y algunos adultos, dos de los adultos estaban anillados y ya he comunicado la observación de estas aves, supongo que pronto recibiré los historiales y podré saber un poco más de ellas.
 
 

Detalle de las anillas que portaban 2 cigüeñas negras adultas (T353 y 603U) observadas y fotografiadas en la concentración de ayer, he enviado los códigos y estoy a la espera de recibir los historiales de estas aves.
 
Me quedé observándolas y fotografiando todo lo que pude, disfrutando de su cercanía a escasos metros, buscando más aves anilladas, escuchando todo un repertorio de sonidos como silbidos, diversas llamadas y suaves "crotoreos" y chasquidos con el pico, muy diferentes a los de la cigüeña blanca, todo ello es inaudible cuando las observamos a mayor distancia.
 
Me resultó muy curioso observar como tras la llegada de las cigüeñas negras, aumentó de forma considerable el número de aves de otras especies, como si acudieran buscando mayor seguridad junto a estos centinelas que deben considerar muy fiables.
 
Como las cigüeñas negras se suelen dejar ver por sus zonas habituales de concentración hasta mediados de Septiembre, más adelante haré alguna otra sesión de Hide donde espero encontrar nuevas cigüeñas negras anilladas.
A continuación, dejo una galería con algunas de las fotos que pude sacar ayer, primero se ven jóvenes del año, después inmaduros y subadultos de diferentes edades y por último adultos en edad reproductora:

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 
 
 
 

Con el Hide a la orilla de la charca

Estamos en pleno Agosto y debido a las temperaturas y escasez de precipitaciones como es propio de una zona de clima mediterráneo,  podríamos pensar que es mejor esperar a periodos más favorables para la observación de aves, pero todo dependerá de cómo lo planteemos.
 
Como sabemos, la presencia o ausencia de agua será un factor limitante al hablar de entornos mediterráneos con un estiaje tan marcado como ocurre en amplias zonas de Extremadura, por ello una opción muy recomendable para los meses de verano sea acudir a la orilla de alguna charca o pequeño embalse, buscar una buena sombra acomodarse y esperar con nuestros prismáticos y telescopio. Veremos que además de las aves típicamente ligadas al medio acuático son muchas otras las aves procedentes de otros hábitats cercanos las que acudan hasta la orilla en busca de agua, tampoco pasaremos por alto la cantidad de aves rapaces como milanos negros o águilillas calzadas entre otros que volarán por la zona en busca de algún ave despistada.
Otra modalidad muy interesante y que produce un resultado muy satisfactorio es la utilización de un Hide, llevar un Hide portatil puede ser muy recomendable tanto si hablamos de fotografía de aves y naturaleza como si pensamos dedicarnos exclusivamente a la observación o a ambas cosas. Yo suelo ser de los que utiliza el Hide portátil tanto para observación como para fotografía pero si nos centramos en la observación de aves desde Hide diré que es algo que todo aficionado a la observación de aves debe probar alguna vez.
Preparar una jornada de observación de aves desde el interior de un Hide es siembre algo emocionante, primero debes hacer una visita previa a la charca y localizar aquellos lugares que presenten mejores posibilidades, tener  en cuenta la orientación de la luz y los mejores lugares para instalar nuestro Hide. Una vez dentro del Hide podremos disfrutar  de encontrarnos a muy corta distancia de las aves, podremos disfrutar de una calidad de observaciones que ningún prismático o telescopio nos dará nunca en condiciones normales, podremos ser testigos cercanos del comportamiento natural de las aves al no ser conscientes de nuestra presencia, percibir sonidos que a menudo nos pasarían desapercibidos a mayor distancia, poder observar con detalle las técnicas de alimentación de especies muy variadas como las limícolas, anátidas, ardeidas, cigüeñas, somormujos y zampullines o numerosas aves que vienen en busca de agua para beber como ocurrió con las calandrias y rabilargos en mi última jornada de Hide.
En mi última sesión de hide, la que hice ayer, pude observar a muy corta distancia al martín pescador, una impresionante concentración postnupcial de 43 cigüeñas negras, a las que dedicaré una entrada aparte en este blog, también garzas  reales y numerosas limícolas como la avefría, cigüeñuela, andarríos grande, andarríos chico, chorlitejo chico y archibebe  claro.
 
Archibebe claro (Tringa nebularia) y Andarríos grande (Andarríos grande (Tringa ochropus)
 
Andarríos grande (Tringa ochropus)
Andarríos grande (Tringa ochropus)
 
De entre las limícolas me llamaron la atención especialmente los archibebes claros, de los que había un total de 12 ejemplares en la charca, se trata de una limícola que tiene sus áreas de cría más cercanas en Escocia y sur de Noruega, es también el más grande de los archibebes que habitualmente se ven en Extremadura y ahora mismo se encuentra en plena migración postnupcial y por eso aparece en muchas charcas y embalses de Extremadura. 
Archibebe claro (Tringa nebularia)

Archibebe claro (Tringa nebularia)


 

lunes, 11 de agosto de 2014

La berrea del ciervo en Monfragüe ¡ya puedes hacer tu reserva!


Queda poco más de un mes para que los ciervos del Parque Nacional de Monfragüe empiecen su periodo de cortejo y apareamiento, conocido como "la Berrea", por ello, desde mediados de Septiembre a mediados de Octubre, Iberian Nature organizará rutas guiadas cada día al amanecer y al atardecer para observar la berrea del ciervo.

!Ya puedes hacer tu reserva!

Ruta temática: La Berrea del Ciervo en Monfragüe

Descripción de la actividad:

Cada año entre mediados de septiembre y mediados de octubre, en las sierras y dehesas del Parque Nacional de Monfragüe, se repite uno de los espectáculos más impresionantes que puede ofrecernos la naturaleza extremeña: la berrea del ciervo.


 
Por estas fechas organizamos salidas diarias para observar este  impresionante espectáculo, estas salidas están programadas para entrar en bosques y dehesas, justo cuando amanece, antes de que asome el sol o al atardecer para esperar a que caiga la noche, ya que son los momentos en los que los machos tienen mayor actividad y abandonan sus refugios, es entonces cuando los ecos de la berrea resuenan por sierras, riberos y dehesas.

A lo largo de la ruta, podremos ver numerosos grupos de hembras con crías, atravesando caminos y claros de bosque, así como a grandes machos emitiendo ese fuerte sonido tan característico en estas fechas, todo ello unido a la belleza de un espacio natural en excelente estado de conservación, hará de esta excursión una experiencia inolvidable.

Antes o después de acercarnos a presenciar el espectáculo de la berrea, según realicemos la ruta por la mañana o por la tarde, dedicaremos un tiempo a recorrer miradores del Parque Nacional, observando numerosos buitres leonados y negros, así como las ultimas cigüeñas negras, alimoches y culebreras, antes de partir en su migración otoñal hacia tierras africanas.

Fecha recomendada: De mediados de Septiembre a finales de Octubre.
Duración: 4 horas aproximadamente.
Número mínimo de participantes: 2 personas. Completaremos las plazas con las diferentes reservas que recibamos.
Precio: 30 €/ persona.
El precio incluye: Guía de naturaleza, material óptico (prismáticos y telescopio) y transporte.