jueves, 24 de mayo de 2018

Roquero solitario (Monticola solitarius), una hembra capturando lagartijas colilargas (Psammodromus algirus).


En mis recientes visitas al Parque Nacional de Monfragüe, estoy observando a una hembra de roquero solitario parece ser toda una especialista en la captura de lagartijas colilargas, actualmente se encuentra en plena cría y es muy frecuente ver tanto a la hembra como al macho llevando abundantes y frecuentes cebas entre las que predominan las orugas de varias especies que deben encontrar en las cercanías de su nido.

Pero esta hembra de roquero solitario, demuestra ser especialmente habil en la captura de lagartijas colilargas y las capturas siempre se tratan ejemplares jóvenes pero de un tamaño ya considerable. En las cuatro últimas visitas que he hecho por la mañana, he podido observar a esta hembra con una lagartija en su pico, un día tras otro y la misma escena se volvía a repetir.

Mis visitas a este lugar de Monfragüe no suelen ser demasiado largas, rara vez más tiempo de una hora y media, pero en los últimos días han sido casí siempre a la misma hora, en cuatro ocasiones he podido observar a esta hembra con portando una lagartija recien capturada con una sorprendente puntualidad, entre 11:05 las y las 11:20 horas, que es cuando el sol empieza a calentar esa parte del roquedo y las lagartijas empiezan a activarse y tomar los primeros rayos de sol, siendo precisamente a esas primeras horas más fáciles de capturar.
 





En la fotografía se puede apreciar al macho en su cantadero y a la hembra portando una lagartija colilarga.
Macho de roquero solitario en su lugar de canto habitual.


Macho de roquero solitario portando orugas de diferentes especies en su pico.

Macho de roquero solitario portando orugas de diferentes especies en su pico.

jueves, 10 de mayo de 2018

Águila imperial ibérica (Aquila adalberti), sobrevolando Trujillo y acosada por una cigüeña blanca.



Ayer por la tarde (09/05/2018), cuando regresaba a mi casa después de haber estado guiando en los llanos de Trujillo, pude observar la silueta de un águila de gran tamaño que pronto pude comprobar que se trataba de un ejemplar adulto de águila imperial y que al principio volaba muy bajo, como si hubiera intentado capturar algo.

Me llamó mucho la atención el comportamiento de una ciguieña blanca (Ciconia ciconia) que procedente de un nido cercano con pollos de corta edad, seguía y trataba de molestar y alejar al águila imperial, dando varias pasadas a corta distancia del águila y emitiendo un único chasquido con el pico, algo así como un "clak", cuando más cerca pasada del águila.

He visto en varias ocasiones las reacciones de las cigüeñas blancas ante la presencia de grandes águilas como el águila real o el águila imperial o incluso con búho real cuando están cerca de sus colonias de cría. En aquellos casos, la cercanía del ave que consideraban peligrosa para la colonia, desencadenaba una reacción simultanea de crotoreos en todas la colonia, supongo que con l finalidad de intimidar a la rapaz. Pero lo observado ayer, resultoó muy curioso, tanto por el lugar como por la reacción de la cigüeña blanca. Además, dada la cercanía de la colonia de cernícalos primillas, estos estaban también en alerta, volando y emitiendo sus característicos sonidos de alarma, pero con una intensidad mucho menor que cuando se trata de un águila calzada, las más pequeña de nuestras águila pero mucho más temida por los primillas.Está claro que cada una de las aves que crían dentro del casco urbano de Trujillo, saben identificar muy bien a quienes pueden ser sus enemigos naturales.

Como fue algo tan rápido, pude sacar algunas fotos testimoniales, la primera está echa a través de la ventana del coche, de ahí su baja calidad y en la tercera fotografía, además del águila y la cigüeña, se puede observar un cernícalo primilla.