martes, 28 de julio de 2020

Otro amanecer en los llanos


Mientras escribo esto, a cada minuto que pasa la claridad aumenta, una brisa fresca me hace estar muy cómodo mientras escucho a tres alcaravanes diferentes, un mochuelo a lo lejos, los trigueros, calandrias y cogujadas ya no cantan por estas fechas pero a primera hora es como si sintieran ganas de algo más que hacer un simple reclamo.

Ya son las 7:00, ahora ya mismo la luz me permite ubicar las siluetas de un grupo de avutardas en el rastrojos, una madrugadora hembra de aguilucho cenizo sale de su dormidero y pasa a pocos metros de mi, muy concentrada mirando al suelo en su vuelo rasante.
También tengo a la vista ya a dos grupos de ganga ibérica y de ganga ortega, están muy silenciosas pero empiezan a moverse, el momento de estas aves llegará más tarde.
Ya son las 7:15, un alcaudón real chilla y reclama desde una valla, luego me acercaré para ver que colección de bichos tienen pinchado en los espinos, ahora puedo oír al otro alcaudón, dos jovenes de alcaudón común se disputan algo en el interior de una retama, su repertorio de sonidos regañantes les delata.
Las 7:22 un enorme grupo de gorriones morunos irrumpe en la zona, vienen desde su dormidero a buscar grano suelto en el rastrojo, mientras tanto, ahora es una hembra aguilucho lagunero la que pasa por delante mía.
7:25 El sol asoma en el horizonte mientras un grupo de más de cien calandrias pasa volando, escucho y veo volar a una pareja de ganga ortega.
Ahora son las gangas ibericas las que se dejan oír, parece un grupo muy numeroso pero vuela a distancias muy lejanas, no llego a verlo, pero son un regalo para mis oídos.
7:31 El sol ya está totalmente fuera, me pongo en marcha. Que tengáis buen día. 
Nunca me cansaré de amanecer en los llanos.

sábado, 11 de julio de 2020

La enorme Argiope lobulada (Argiope lobata)

Ejemplar adulto (hembra).
Berrocal de Trujillo. 11-07-2020

En estas fechas ya voy encontrando los primeros ejemplares de la araña Argiope lobata, una especie relativamente común en verano, de gran tamaño y un marcado dimorfismo sexual, siendo las hembras hasta tres veces más grandes que los machos.
 
Hacia el final del verano se pueden encontrar ejemplares realmente espetaculares por su tamaño y las dimensiones de sus trampas de tela, sus trampas pueden medir más de 60 centímetros de diámetro y las suelen fijar de arbusto a arbusto en medio de pequeños caminos, entre las ramas de árboles, zarzas o incluso alambradas. En ellas son capaces de capturar diferentes tipos de insectos e inmovilizarlos envolviéndolos con los resistentes hilos que producen. 
 
Entre sus presas, destacan por su tamaño, algunas especies de saltamontes, grillos, escarabajos e incluso algunas mantis.
 

viernes, 10 de julio de 2020

En busca del chotacabras y de sus huellas

Chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis), en esta fotografía, se puede apreciar con bastante detalle las vibrisas, que son plumas modificadas que hacen la función de pelos sensoriales en estas aves insectívoras nocturnas
 
Chotacabras cuellirrojo (Caprimulgus ruficollis), varias fotografías de uno de los chotacabras observados en la noche  del 09-07-2020, en una pista de tierra cercana a Trujillo.
 
En la primera fotografía se puede apreciar con detalle las vibrisas, que son plumas modificadas que hacen la función de pelos sensoriales en estas aves insectívoras nocturnas.
 
En la última fotografía podréis ver un detalle de una de las pocas huellas de chotacabras que pudimos encontrar, era totalmente de noche, el ave marcaba muy pocas huellas pues además de tener un peso muy ligero parece preferir posarse sobre sustratos duros, compactos y pedregosos donde para un ave de estas características en dificil dejar huella.






Huellas de chotacabras cuellirrojo, el sustato duro y pedregoso, unido al escaso peso del ave, hace que fuera un lugar poco adecuado para encontrar huellas de mayor calidad.

Huellas de chotacabras cuellirrojo, el sustato duro y pedregoso, unido al escaso peso del ave, hace que fuera un lugar poco adecuado para encontrar huellas de mayor calidad.


martes, 7 de julio de 2020

Huella de alcaraván (Burhinus oedicnemus),en los llanos de Trujillo.

Recorrer a plena noche un camino seco y polvoriento en medio de los llanos de Trujillo, mientras escuchas a lo lejos al alcaraván, al chotacabrabras cuellirrojo y tratas de ser sigiloso en tus pasos para tratar de reconocer por el oido a los numerosos y variados ortópteros (saltamontes, langostas, grillos de matorral...), presentes en los llanos durante esta época del año, es algo que tiene su encanto.
 
 
Si además tienes la suerte de encontrarte una huella de alcaraván nítida y reciente, poder seguir su recorrido durante varios metros a un lado y otro del camino, colocando la linterna en horizontal y cerca del suelo para crear pequeñas sombras que ayuden a destacar los relieves de las huellas, mientras imaginas los movimientos que ha realizado el ave solo unos minutos antes de que hayas llegado a ese lugar, es todo un regalo y satisfacción. 
 
Es otra bonita forma de acercarse, percibir y sentir la naturaleza en unas condiciones en las que la nuestra visión queda muy limitada.
 
En realidad buscaba huellas de chotacabras cuellirrojo, pero se posaba en zonas con sustrato muy duro y al final encontre a las del alcaraván.