Ayer por la tarde, subí castillo de Monfragüe desde donde hice una espera de algo más de una hora, hasta que conseguí ver al rarisimo y escaso vencejo cafre (Apus caffer), del que pude ver dos ejemplares volando en la zona.
Durante el tiempo de espera, fueron numerosos los buitres leonados y negros que pasaron por la zona, un alimoche adulto visto por encima, águilas calzadas ( dos de morfo claro y una de morfo oscuro), dos culebreras que no eran adultas, supongo que de las últimas que han estado cruzando el estrecho, halcón peregrino, una pareja de cernícalo vulgar muy molesta con la presencia de las águilas calzadas volando cerca del territorio de los cernícalos, un águila real a muchísima adulta ya conocida pero volando a muchísima distancia.
Además de escribanos montesinos, roquero solitario, numerosos aviones roqueros y golondrinas dauricas y muchas otras pequeñas aves.
Pero la sorpresa de todo ese rato de espera, la protagonizó un precioso alcotán (Falco subuteo), que apareció de forma repentina y dio dos vueltas al torreón, lo que me permitió observarle a muy pocos metros, lo que me permitió incluso apreciar a simple vista sus calzas e infracobertoras caudales de color naranja a simple vista. Quizás la mejor observación que haya llegado a tener de esta especie.
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