martes, 16 de diciembre de 2014

La cabra montés en la Sierra de Gredos

La Cabra montés (Capra pirenaica victoriae) es sin duda un auténtico emblema de la Sierra de Gredos, se trata además de un mamífero endémico de la Península Ibérica de la que actualmente quedan dos subespecies diferentes de las cuatro que se describieron en otro tiempo. Ya que se extingió la subespecie nominal que habitaba los Pirineos en 1998 y que era conocida como "Bucardo".En las montañas del norte de Portugal y Galicia  habitó la subespecie lusitanica, que era conocida como "Mueyu" y que se extinguió a finales del siglo XIX.
 
Las Cabras Monteses que podemos observar en la Sierra de Gredos y en otras montañas del norte de Cáceres corresponden a la subespecie Capra pyrenaica victoriae, una subespecie que estuvo a punto de desaparecer a principios del siglo XX,  pero a partir de la intervención de Alfonso XIII con la creación en 1905 del Refugio Real de Caza de la Sierra de Gredos con la intención de limitar su caza y evitar la desaparición de los últimos ejemplares. Afortunadamente, en la actualidad se trata de un mamífero común que cuenta con varios miles de ejemplares repartidos por toda la Sierra de Gredos.
 
Se trata de un mamífero marcadamente gregario que puede llegar a formar grandes agrupaciones divididas por sexos, por un lado están los grupos de hembras acompañados por sus crías y por otro los grupos de machos que están compuestos por individuos de diferentes edades que solo se disgregan y se mezclan con los grupos de hembras al llegar el otoño, época en la que se inicia el celo.
 
Con la llegada del otoño, la cabra montés se cubre con su denso pelaje de invernal y los machos más grandes lucen un espectacular pelaje oscuro, casi negro.
 
En estas fechas, cuando las nieves están presentes en la mayoría de la cumbres del sistema central, la presencia de la cabra montés es una buena excusa para salir a la montaña y recorrer los espacios más bellos y recónditos en busca de los mejores lugares para observar a los grupos de cabras, observar su comportamiento, la estructura y características de sus agrupaciones, aprender a diferenciar las edades de los machos según el diseño de su pelaje y el tamaño de sus cuernos, en definitiva, pasar una jornada de campo en lugares únicos y conocer a fondo a este sorprendente animal y el entorno en el que viven.

 




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