jueves, 15 de junio de 2017

Los primillas de Trujillo, una nueva generación asomándose a la puerta del nido.


Cernícalo primilla (Falco naumanni), un macho adulto junto a sus pollos, en uno de los nidales adaptados para esta especie que hay en la plaza de toros de Trujillo.
 
En muchos edificios de Trujillo que cuentan con colonias de cernícalo primilla, se suelen observar a los pollos de cernícalos primilla asomándose al exterior de sus nidos, desde donde esperan las cebas de los adultos, a veces incluso se aventuran al exterior a pesar de no estar totalmente desarrollados y emplumados.

En estos días ya he observado los primeros vuelos de alguno de los más adelantados, mientras que la mayoría está creciendo y van emplumándose todavía en los nidos.
 
No es rara la presencia de ejemplares adultos y de inmaduros no reproductores en las colonias de cría cuando los pollos empiezan a salir al exterior, se trata de un mecanismo de defensa que se puede observar especialmente en esta fase del periodo reproductor.
 
Si una rapaz como un águila calzada apareciese volando en las cercanías del edificio, los primillas darían sus voces de alarma, los pollos se enconderían en la seguridad del interior del nido y los adultos empezarían a volar para perseguir y acosar a la rapaz hasta obligarla a alejarse de la colonia.
 
Se trata de una escena que habitual en estos días de Junio. Aunque este año, las nidadas parecen ser poco numerosas y el importante desfase de tamaño y desarrollo incluso entre pollos de la misma nidada son el reflejo y la consecuencia de lo que ha sido una primavera dura y poco lluviosa, culminada por esta inoportuna ola de calor.
 
No me canso de observar a este pequeño halconcillo urbano.
 

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