Llanos de Trujillo.
22-03-2021
Esta tarde, justo cuando ya me iba quedando sin luz en los llanos de Trujillo y a las 19:36 el sol estaba justo por la mitad ya oculto en el horizonte e iba volviendo a casa mientras escuchaba a las incansables calandrias y trigueros, las primeras llamadas de cortejo de un precioso macho de sisón que estaba a mucha distancia pero lo suficiente como para poder oirle empezar su periodo de cortejo un año más.
En ese momento del final del día cuando los mochuelos y alcaravanes se dejan oir con frecuencia e intensidad, los Gryllotalpa cantan insistentemente en el pastizal cercano al arroyo y sapos corredores y ranas comunes protagonizan varios conciertos simultaneos en diferentes charcas de los alrededores.
Ya con las últimas luces, me encuentro con este mochuelo sobre un viejo poste de madera que utiliza como atalaya, parecía confiado y aunque no parecia importarle demasiado mi presencia, a veces me miraba pero algo que se movía entre la hierba le llamaba mucho más la atención como para estar continuamente girando la cabeza y mirando atentamente en la dirección contraria a donde yo estaba.
En ese momento aprovecho para sacarle unas fotografías del curioso detalle de la "falsa cara" que muestran los mochuelos al girar la cabeza en la dirección contraría. Seguramente tenga la misión de despistar a posibles depredadores o enemigos, conseguiendo con cierta distancia engañar haciéndoles creer que no merece la pena acercarse por sorpresa, pues el mochuelo ya lo ha descubierto, cuando en realidad son solo esas líneas y esa combinación de colores los que simulan la cara del mochuelo mirando, cuando en realidad sus ojos se dirigen con atención, justo en la dirección contraria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario