martes, 16 de junio de 2020

Langostas egipcias (Anacridium aegypticum), en un huerto ecológico.

 
 
Langosta egipcia (Anacridium aegypticum), una joven langosta en fase de larva sobre las hojas de una berenjena de mi huerto.
 
 
 
Las plantas están sanas y vigorosas, así que ante la presencia moderada de las jóvenes langostas egipcias, me dedico a sacar la cámara y disfrutar de su presencia. 
 
Los adultos de esta generación, no aparecerán hasta el próximo otoño y pueden mostar una gama de colores y tonalidades muy variadas, a menudo para ayudarlas a camuflarse imitando el sustrato sobre el que se asientan, así podremos encontrarlas de colores pardos, verdosos, amarillentos, grises e incluso rojizos, siempre con los ojos rayados en vertical y la presencia de una raya anaranjada en el dorso, que es visible también en los juveniles. 
 
Ejemplar adulto de langosta egipcia
 
Es una de las langostas más grandes de Europa, llegando algunas hembras a medir entre 65-70 mm, cuando son adultos destacan por ser capaces de volar largas distancias cuando son molestadas, aunque es relativamente facil acercarse a ellas, al ser una especie que parece confiar mucho en su capacidad de camuflaje.
 
Pasarán el invierno ya siendo adultos en estado de hibernación sobre la corteza de algun arbol, arbusto, poste de valla o algún otro refugio adecuado y volverán a retomar la actividad a la primavera del año que viene, cuando se aparearán y realizarán las puestas que darán lugar a la próxima generación que podremos observar en el verano del próximo año.

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