"Cuando el mocho mía, ni es de noche ni es de día"
Se trata de un refrán muy arraigado en muchos puntos de la geografía española donde la gente del campo vivió y trabajó desarrollando actividades agrícolas y ganaderas compatibles con el mantenimiento de entornos que albergaban ricas comunidades de aves.
Este refrán hace una referencia clara al característico reclamo del mochuelo que es emitido con mayor frecuencia en horas crepusculares, al amanecer y al atardecer.
Esta entrada pretende ser un
pequeño homenaje fotográfico a esta simpática rapaz nocturna que siempre es un
motivo más que suficiente para que madrugar y coger los
prismáticos sea cual sea la época del año.
La expresión de este mochuelo se debe a que estaba en estado de alerta cuando un águila calzada lo sobrevoló, poco después se fue a su refugio donde pasó el resto del día. |
Que sería del llano sin la silueta del mochuelo en lo alto del majano, la pared, el chozo, el cortijo o la zahúrda o sin su llamada al amanecer o al atardecer.
Hay que cuidar al mochuelo para que esa silueta redondeada y esos grandes ojos amarillos no dejen nunca de estar presentes en nuestras salidas al campo.
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