martes, 2 de febrero de 2016

Observando aves en el castillo de Montanchez

 
El pasado domingo 30 de enero estuve en el Castillo de Montanchez desde primera hora de la mañana. Mi objetivo era pasar un rato agradable observando aves y buscar al pequeño grupo acentores alpinos que cada año vienen a pasar el invierno a este lugar.
El castillo de Montanchez se encuentra situado sobre un cerro granítico situado sobre la población del mismo nombre, con una altitud aproximada de 759 m.s.n.m, estos castillos y construcciones situadas en lugares elevados como es el caso de Montanchez son lugares con un potente atractivo para aves como el acentor alpino durante los meses del invierno.
 
En esta ocasión tarde un buen rato en localizar a los acentores, pero mientras tanto me entretuve con otras aves comunes que suelen encontrarse en el castillo y su entorno como abubillas, roqueros solitarios, colirrojo tizón, escribano montesino, avión roquero entre otros, mientras buscaba a los acentores estuve observando a una interesante bandada de fringílidos que buscada semillas en una zona de pasto desbrozado dentro del propio recinto del castillo, esta numerosa y diversa bandada estaba compuesta principalmente por verdecillos, pardillo común, jilguero, verderón común y pinzón vulgar. En los cercanos olivares situados bajo el castillo pude observar  numerosas currucas capirotadas, alguna curruca cabecinegra y zorzales comunes además de un par de zorzales alirrojos.
Finalmente aparecieron los acentores alpinos, moviéndose entre las piedras y posándose en los muros del propio castillo, pude tomar algunas fotos y observarlos muy bien durante bastante tiempo hasta que apareció un gavilán que provocó una desbandada en el grupo de los fringílidos, lo que hizo que los acentores volasen a zonas menos expuestas, minutos después volví a localizarles pero mucho más lejos.

El acentor alpino me resulta un ave muy especial, he disfrutado mucho observándoles en la cordillera Cantábrica y haciendo duras caminatas buscando a los escasos acentores alpinos que viven junto a los neveros en las zonas de alta montaña de Gredos. Poder disfrutar de este ave, de una forma tan accesible y cercana a casa durante los meses del invierno me parece todo un privilegio. Este pájaro siempre me trae buenos recuerdos.
 
 
 
 
 
Durante la bajada me detuve a observar un precioso macho de roquero solitario que estaba posado sobre el tejado de una casa rodeado de gorriones comunes. 
 

1 comentario:

  1. ¡Qué bien!, han vuelto los acentores alpinos un año más. Habrá que ir a verlos antes de que se vayan...

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