El día 26 de Julio decidí amanecer en el campo, mi recorrido elegido no era ni mucho menos casual, me interesaba caminar a través de las dehesas hasta un paso canadiense ya sin uso, pero que a pesar de sus pequeñas dimensiones, debido a su ubicación cerca de un cauce y de un abrevadero de ganado, su foso es una auténtica trampa mortal para los anfibios y también reptiles que caen a su interior.
La pasada noche del día 24 de Julio, fue tormentosa y llovío bastante para la fecha, lo que provocó que muchos anfibios despertasen de su estivación o letargo veraniego y salieran en masa al exterior, a eso se debía mi sospecha, y no me confundí
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El rescate de ayer consistió en lo siguiente:
- 16 Gallipatos (algunos adultos de gran tamaño, otros juveniles)
- 1 Tritón pigmeo (Triturus pigmaeus)
- 2 Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi)
- 1 Sapo corredor (Epidalea calamita)
- 1 Sapo de espuelas (Pelobates cultripes), ejemplar adulto con síntomas de deshidratación.
- 3 Ranas comunes (Pelophylax perezi
- 1 Culebra viperina (Natrix maura), un joven.
- 1 Galapago leproso (Mauremys leprosa), este nació y poco después calló al foso, no hubiera tenido ninguna opción de sobrevivir, nació por segunda vez.
Alguno de los ejemplares rescatados ya empezaba a mostrar algún síntoma leve de deshidratación.
Con un poco de suerte, serán los últimos en caer, ya que tomamos las medidas y tengo preparada una rampa de salida que está lista para ser instalada, al propietario de la finca le parece bien.
Después habrá que vigilar de vez en cuando que la rampa cumple su cometido adecuadamente.
Son cientos de estructuras así repartidas por el campo, no está mal que en nuestras salidas, hagamos pequeñas paradas para asegurarnos que ningun animal a caido en su interior, he llegado a sacar hasta varios erizos e incluso liebres.
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